El sacerdote Francisco “Paco” Olveira del grupo Sacerdotes en la Opción por los Pobres iniciará este viernes una huelga de hambre de una semana frente al Palacio de Justicia de esta capital “por los pobres” y contra el actual Supremo. Palacio de Justicia, entre otras consignas, y celebrará Misa todos los días a las 19:00 horas.
Olveira dijo en un comunicado que “este viernes 24 de marzo, luego del acto en los Tribunales convocado por el grupo ‘Les Jóvenes’, iniciaré un ayuno de siete días”..
“7 en la literatura bíblica significa plenitud. El ayuno es una práctica de la religión judía, musulmana (que recién comenzó ayer el ayuno del Ramadán) y de los cristianos para limpiarse y purificarse”, describió.
“Y empiezo a saber cuando el padre Carlos Mugica dijo que yo puedo hacer huelga de hambre y ellos no, porque nadie puede hacer huelga de hambre”.él advirtió.
Olveira dijo que “el ayuno es para los pobres de nuestro país que tienen que pagar 3.000 pesos mensuales para tener internet en casa para que sus hijos puedan estudiar porque esta justicia ha impedido que las telecomunicaciones se conviertan en un servicio público regulado por el Estado. El dinero tenía que ir a comprar un trozo de carne y no seguir comiendo solamente polenta y fideos”.
“Es porque hoy 8 de cada 10 genocidas están fuera de prisión. Es porque lo que más amenaza hoy a nuestra democracia es este poder judicial que convive impunemente con el llamado poder real, como vimos descaradamente en Lago Escondido y en otras entrevistas simuladas ”, abundó.
También subrayó que la protesta “es para mantener viva la llama de los 30.000 detenidos/desaparecidos. Lamentablemente sobran razones para exigir la renuncia del Supremo, al parecer también la inhabilitación de Cristina Fernández de Kirchner, la argentina”. Capítulo del Partido Litigante en América Latina’.
Sacerdote anunció que “todos los días a las 19:00 celebraré la Eucaristía (Misa) convencido de lo que dijo Jesús: ‘Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados’. E invito a creyentes y no creyentes a unirse a mí en oración por los hermanos y hermanas de otras religiones, cada uno con sus signos, sus andrajos”.
¡Hazte una foto con este cartel y súbelo a las redes y pégalo en una cartulina el día 24 y llévalo a la plaza ya la Corte! pic.twitter.com/NLIHDCE53S
— Francisco Paco Olveira (@OlveiraPaco) 22 de marzo de 2023
“Convoco ante el “Palacio” de los tribunales a los abogados que vienen a explicarnos lo que hace esta justicia; a los maestros que vienen a disertar; a los artistas plásticos que vienen a hacer sus obras; a los artistas musicales que vienen a cantar, a los radios que vienen a hacer alguno de sus programas, organizaciones sociales que traen a sus asociados que están sufriendo las sentencias de este tribunal”, citó.
También convocó a “las organizaciones feministas que día a día nos abren camino y que sufren en sus propios cuerpos la ansiada justicia; a los políticos (especialmente a los que lideran el juicio político), a los sindicalistas, a las organizaciones juveniles, a los organismos de derechos humanos, a los hermanos y hermanas de los pueblos indígenas, a los veteranos de Malvinas”.
“Invito a los hermanos y hermanas de otras religiones a unirse a nosotros en oración, invito a los obispos, mis hermanos mayores en la fe, a celebrar la Misa con nosotros. Pero invito no solo aquí en la Plaza Lavalle frente al palacio”. tribunales, sino en todos los rincones de nuestra patria, desde la Antártida hasta Jujuy, desde Malvinas hasta Corrientes”, agregó.
“Estoy convocando a los que olvidé convocar porque Domitila no tuvo miedo y junto a cuatro campesinas pobres y un pueblo unido derrocaron la dictadura militar de su país, pero antes que digan que solo un David pudo vencer a Goliat, será Él. ¿Es posible soñar que tal vez muchas Davises, muchas Domitilas a lo ancho y alto de nuestro país podamos lograr?”, aseveró.
El sacerdote aludía así a Domitila Chungar, dirigente obrera boliviana que luchó contra la dictadura de René Barrientos y Hugo Banzer y que hizo huelgas de hambre con otras mujeres y sacerdotes de su país.