Entre ellos jueces y líderes del mundo judicial de todo el mundo. Los argentinos Raúl Zaffaroni, Andrés Gallardo y la diputada Vanesa Siley condenaron este jueves el “castigo legal” del Vaticano. como un “fenómeno de dominación política y sometimiento económico” y advirtió contra la “lógica de sometimiento” que sobrevive en el poder judicial e inauguró un seminario de dos días sobre neocolonialismo.

“Hay que ver la legalidad como un fenómeno de dominación política y sometimiento económico”, dijo Gallardo en la apertura de un congreso de dos días sobre colonialismo organizado por el Comité Panamericano de Jueces por los Derechos Sociales y la Doctrina Franciscana con el tema “Colonialismo, descolonización y neocolonialismo: justicia social con perspectiva de bien común”.

Según Gallardo, responsable de la organización organizadora del encuentro, que también cuenta con delegaciones de Estados Unidos, Italia y varios países africanos, “no hay democracia con hambre, ni desarrollo con pobreza, ni justicia con desigualdad”.

En un sonado discurso, un juez de Buenos Aires denunció la existencia de una “lógica de subordinación y neocolonialismo en el sistema judicial” que impide el ejercicio de “derechos sociales”

En ese sentido, el juez bonaerense, en su discurso entre aplausos, condenó la existencia de una “lógica de subordinación y neocolonialismo en el sistema judicial” que impide la vigencia de los “derechos sociales”.

“El sistema incluye tribunales, pero también educación superior y otras instancias. Los jueces son solo una pequeña parte de esta maquinaria jurídica disciplinaria”, dijo, antes de afirmar que “los países marginales encuentran en el saqueo de sus riquezas naturales y en las asimetrías cambiarias el centro piedra de tropiezo para la realización de estos derechos sociales”.

Entonces, el juez pidió que “el reconocimiento del dominio neocolonial en nuestros sistemas políticos, legales y económicos requiere apertura intelectual” y se preguntó “a quién beneficia la seguridad jurídica que nos propone el establecimiento”.

La diputada y concejala Vanessa SiIey, única legisladora presente en la reunión, dijo que cuando hablamos de neocolonialismo, “necesitamos analizar las nuevas formas en que los centros de poder económico, cultural, militar y financiero se extienden y implementar en nuestros países”.

El evento, presidido por el cardenal ghanés Peter Turkson, también incluye al intelectual portugués Boaventura De Sousa Santos

“Esta es una conferencia con países principalmente de América del Sur y Sudáfrica para analizar nuevas formas de dominación, introduciendo una legislación que ancle su poder y mecanismo en los medios y el poder judicial concentrados”, agregó Siley, quien también es el jefe de la Federación de Jurisprudencia. Sindicatos de trabajadores.

Según el legislador argentino “Otra herramienta del neocolonialismo es el sistema de valoración financiera, que exige que los prestamistas de los deudores no solo apunten a cobrar sus préstamos. más comisiones e intereses, pero también tienen como objetivo digitalizar e implementar las políticas económicas de estos países”.

“Nos referimos al centro del poder, por ejemplo, cuando hablamos del Fondo Monetario Internacional, los países que componen la junta de gobierno, que son el centro de Europa y Estados Unidos”, explicó luego.

Por su parte, la vicepresidenta del Comité Panamericano de Magistrados, Ana Inés Algorta Latorre, condenó cómo se vive en Brasil “desviaciones del deber”, porque “los jueces son patrocinados por miembros del poder judicial, lo que tiene consecuencias nefastas para el país y que apoyan a los autoritarios proyectados que se abren paso a través de la violencia y los medios de comunicación”.

El filósofo argentino-mexicano Enrique Dussel, por su parte, planteó la responsabilidad europea de lo que llamó “acumulación primitiva con la primera gran colonización, iniciada en 1492”.

El presidente del contencioso administrativo N° 3, Guillermo Tracey, afirmó que “existen nuevas formas de colonialismo, como la deuda pública de los estados, que tiene un impacto importante en los derechos sociales”.

“Hay un discurso neocolonial muy arraigado en las normas con las que trabajamos”, insistió Tracey.

Por su parte, el filósofo argentino-mexicano Enrique Dussel planteó la responsabilidad europea por lo que llamó “acumulación primitiva con la primera gran colonización a partir de 1492”, antes de repasar el papel de países como Bélgica, Holanda, Inglaterra y Francia. en los “procesos de colonización de las periferias”.

en su discurso Dussel abogó por la construcción de “un mundo global policéntrico sin colonias, con una unión del Sur global sin eurocentrismo ideológico ni machismo y con una perspectiva ética de justicia”, a lo que llamó “una segunda descolonización”.

El colombiano Flavio Mena Gil, por su parte, criticó “la imposición de una forma de ver el mundo asociada al uso de los recursos naturales, que considera superior una cosmovisión eurocéntrica, que debe prevalecer sobre las visiones de otras latitudes”. por lo que consideró que hubo “un colonialismo de poder hacia América Latina”.

El evento, que estuvo presidido por el cardenal ghanés Peter Turkson, también contó con la presencia del intelectual portugués Boaventura De Sousa Santos; la jueza ugandesa Joyce Kavuma del Comité Panafricano, la jefa de casación Ana María Figueroa y el exfiscal Carlos Balbín.

Así lo confirmó el académico argentino Marcelo Suárez-Orozco, uno de los organizadores de la actividad, al revelar que “muchos países del continente americano comparten con un grupo significativo de países del continente africano un pasado histórico común de saqueo, dominación, control”. . y también por estar brutalmente sometido a los dictados de la centralidad económica mundial”.

“Ambos continentes padecen altos niveles de pobreza y niveles significativos de desempleo: la tierra, la vivienda y el trabajo son problemas no resueltos para la mayoría de los habitantes de estas naciones. La justicia y el bien común han estado y están permeados por procesos de colonización, descolonización y neocolonialismo”, dijo. afirmó.

Hola, me llamo Martina Mercier y soy una escritora independiente de 28 años. Me crié en una pequeña ciudad rural en el sur de los Estados Unidos, donde crecí rodeada de los paisajes campestres. Desde una edad temprana, sentí una profunda pasión por la escritura. Me encanta contar historias, explorar el poder de las palabras y descubrir nuevos mundos.

Mi escritura se ha publicado en varias revistas locales y sitios web. Me siento particularmente orgullosa de mi último trabajo, una novela sobre los desafíos de la vida moderna. Actualmente, estoy trabajando en mi próxima obra literaria.
Martina Mercier

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