Los represores, condenados por causas anteriores y bajo arresto domiciliario, presenciarán la audiencia a través del sistema digital desde sus domicilios, al igual que los anteriores.
Consuelo Orellano de Ardeti, esposa del desaparecido Enrique Ardeti y compañero militante de Palazzesi, y Marcelo Ardeti, hijo de la mujer y de Enrique, declararon la semana pasada.
Los imputados Barreiro, Carlos Villanueva y Carlos Díaz enfrentan cargos por “privación ilegítima grave de la libertad”, “imposición de tortura severa” e “imposición de tortura severa con resultado de muerte”.
Las víctimas fueron José Jaime Blas García Vieyra, Nilveo Teobaldo Domingo Cavigliasso (fallecido) y Rubén Amadeo ‘Pocho’ Palazzesi, quien murió luego de ser torturado y carbonizado en un automóvil, simulando un falso intento de fuga.
Durante el juicio, Cristina Guillén, esposa de Palazzesi; su cuñada Stella Maris Palazzesi, quien también es viuda de Cavigliasso; Silvio Octavio Viotti, hijo del dueño de la hacienda donde presuntamente se cometió la tortura, y George Saadé, cuñado de Palazzesi.
Consuelo Orellano de Ardeti, esposa del desaparecido Enrique Ardeti y compañero militante de Palazzesi, y Marcelo Ardeti, hijo de la mujer y de Enrique, declararon la semana pasada.
Consuelo Orellano de Ardeti, esposa del desaparecido Enrique Ardeti y compañero militante de Palazzesi, y Marcelo Ardeti, hijo de la mujer y de Enrique, declararon la semana pasada.
García Vieyra, como testigo y víctima de la dictadura, también rindió su testimonio en el tribunal de juicio la cual está integrada por los chambelanes Julián Falcucci, María Noel Costa y José Fabián Asís.
La semana pasada se llevó a cabo una revisión judicial en la Quinta de Guiñazú, una propiedad de la familia Viotti que fue apropiada por las fuerzas armadas durante la dictadura y se cree que fue el último campo de concentración en Córdoba durante el gobierno de facto. Se esperan detalles sobre ese caso en una audiencia el martes.