“Tenemos el doble de testigos que la acusación, podemos refutar cada una de las acusaciones que se me hacen”, dijo el magistrado en entrevista con Télam.
Desde el pasado lunes, Carzoglio comparecerá ante un jurado que analiza si, con base en varias denuncias en su contra, debe ser reinstalado en su cargo, del que fue destituido en 2018, o removido como juez de garantías del departamento judicial de Avellaneda Lanús.
“Confiamos en el jurado y pensamos que si hay justicia saldremos de esta”.dijo el municipio, que es objeto de denuncias por hechos ocurridos entre 2009 y 2015, cuando se inició el proceso judicial en su contra, y en 2018, cuando finalmente se activó el proceso.
Para el juez, una respuesta favorable a su cargo “sería una señal muy positiva para la sociedad respecto a la reacción de una institución como un jurado ante las acusaciones infundadas de un magistrado”.
La experimentación comenzaba el lunes y terminaba el viernes, es decir, los días en que recorrieron los sótanos del edificio Alberto Balestrini de la calle 7 y 49 de La Platadonde se realizan los interrogatorios, un total de 85 testigos, de los cuales 55 fueron propuestos por la defensa del magistrado encabezada por el abogado Diego Raidan.
Para hablar del estado actual de las cosas, Carzoglio se refirió al inicio del proceso y destacó que el jurado “comenzó en 2015, pero en 2018, después de tres años de estado vegetativo y mi decisión sobre la cuestión Moyano, mi denuncia contra los medios sectores y miembros de la AFI (Agencia Federal de Inteligencia) y contra la filtración de datos producto de la fiscalía provincial se reactive y me destituya del cargo”.
“Comenzó con un retiro, luego una suspensión y hace cuatro años y tres meses estoy libre de cargos y el 40% de mis bienes fueron embargados”, dijo.
En su momento, Carzoglio condenó el “apretón” de agentes de la AFI para detener a los sindicalistas Hugo y Pablo Moyano por presunta gestión fraudulenta en Independiente.
El magistrado rechazó y condenó la maniobra, señalando que “hubo injerencia de la política, del ejecutivo nacional, a través de organismos gubernamentales que dependían del gobierno de (Mauricio) Macri”.
Según su análisis, La respuesta fue despistar al jurado que no avanzaba desde 2015 porque carecía de pertinenciay por ello, aunque sugiere que las acusaciones en su contra “tienen otro origen”, cree que son “fácilmente rebatibles”.
Consultado sobre si se mantiene firme en sus acusaciones contra la dirigencia de Cambiemos, respondió: “Confirmo lo que informé porque es cierto”.
“Los que me quieren castigar no lo lograrán”, dijo Carzoglio y añadió: “Ante el castigo que me iban a infligir, me brotó un torrente de simpatía; Tengo mucho apoyo de la gente, la gente me demuestra su cariño día a día, tengo muchos medios que me apoyan y eso me hace más fuerte”.
Señaló que aunque “no contó con el apoyo explícito de los líderes políticos o sindicales”, sabe que sí tiene apoyo: “Es un proceso político, por eso todos expresan sus reservas”, aclaró.
El proceso cuenta con el respaldo del abogado vidalista Julio Conte Grandy el panel es presidido por la jueza de la Corte Suprema Provincial Hilda Kogan e integrado por los legisladores provinciales de Juntos Ismael Passaglia y Erica Revilla; del Frente de Todos (FdT) Débora Galán y Maite Alvado y de Espacio Abierto, Walter Carusso y los abogados Pablo Esteban Perrino, Graciela Beatriz Amione y Jorge Pablo Martínez de La Plata; Juan Emilio Spinelli de Necochea y Pedro Jorge Arbini Trujillo de San Isidro.
Los cargos se relacionan con supuestas irregularidades en el desempeño de sus funciones, tales como órdenes de arresto sin resolver, órdenes de allanamiento sin fecha y la resolución de beneficios de internos de archivos extranjeros.
También por “expresiones indecentes y agresivas” hacia el agente fiscal, por “maltrato” a sus empleados judiciales y por irregularidades al ordenar el allanamiento del Colegio de Abogados de Avellaneda-Lanús.
“Hasta hace un tiempo, la decisión del jurado era irrevocable, pero ante el precedente sentado por el juez (Luis) Arias, se podía tener una segunda instancia en caso de que la decisión significara mi apelación”, explicó Carzoglio. posibles caminos del caso.
Aseguró que si bien confiaba “en el jurado y sus integrantes”, instruyó a sus abogados que “si la resolución es inconsistente, se cumplirá la decisión y se utilizarán los medios legales para sacar a la luz esta situación”.
“Después de cuatro años y tres meses de separación del cargo y con 73 años, soy fuerte y soy fuerte para el pueblo. Seguiré en este camino hasta el final de mis días”, concluyó Carzoglio.
La última reunión se llevó a cabo el viernes. donde, además de la acusación, también se escucharon las palabras finales del acusado.
Se espera que el 10 de marzo se lea un veredicto final, anunciando si ha sido reintegrado o si se ha avanzado en su juicio político.