La acusación se realizará a partir de las 14:00 horas en la sala B Comodoro Py y contará con la presencia de los fiscales en funciones, quienes son Carlos Stornelli y Ariel Quety, y por los representantes también estarán Matías Aufieri, Liliana Mazea y Carlos Platkowski. queja.
Balbuena fue un activo periodista en la popular agencia “Rodolfo Walsh”, de 2002 a 2013luego se supo que también era miembro del llamado Cuerpo de Investigaciones de la Policía Federal.
Balbuena infiltrado en una agencia de noticias, trabajo incompatible con su función policial según la Ley de Inteligencia
“Es un caso paradigmático, hablan de los servicios como autónomos, pero este caso demuestra que no lo son, que hay agencias de inteligencia organizadas que se dedican al espionaje político y eso es lo único que hacen en el gobierno federal, ” agregó . dijo la empresa en declaraciones a Télam la semana pasada antes de la audiencia ante el juez Daniel Rafecas.
En la dependencia, el espía se encargaba de entrevistar a integrantes de organizaciones sociales como la Asociación de Familiares de Ex Detenidos-Desaparecidos, partidos políticos -PTS- y organizaciones estudiantiles como la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA).
En el banquillo están Balbuena y sus exjefes de la policía federal, Alejandro Sánchez y Adolfo Ustares. Los tres están condenados por presunta “violación de los deberes de un funcionario público”.
El policía declaró en su juicio el pasado jueves y aseguró que dirige el periodismo como una forma de “prácticas no remuneradas”
Balbuena se infiltró en una agencia de noticias, un trabajo que era incompatible con su función policial bajo la Ley de Inteligencia.
El policía declaró en su juicio el jueves pasado, insistiendo en que ejerce el periodismo como una forma de “prácticas no remuneradas” y señaló que “no le pasó nada a ninguna de las personas” que entrevistó.
“Cuando dije que mi trabajo como periodista era un pasatiempo, lo dije como una pasantía no remunerada, para tener en mi currículum y poder ejercer después de jubilarme. No lastimé a nadie, a ninguna de las personas (que fueron entrevistadas) salió lastimado”, dijo un policía que nunca reveló esta información a sus colegas de la agencia de inteligencia.
Como explicó el exdirector de la agencia, Walsh, Rodolfo Grinberg comenzó a sospechar de la policía cuando la periodista Miriam Lewin, ahora defensora pública, le informó que Balbuena era miembro de la fuerza pública.
“No lo podía creer porque era mi amigo. Toda la familia lo considera un amigo, lo invito a mi casa y lo confronto y su respuesta no fue positiva pero la mirada en su rostro me demostró que era cierto que él se había infiltrado y estaba haciendo el trabajo de su inteligencia”, recordó Grinberg durante su presentación en la Sala A de la corte.
Balbuena permaneció impasible con la mirada baja, mientras Grinberg dijo al tribunal cómo se sintió “vulnerable” al darse cuenta de que el que creía un amigo “era un policía”.
La Agencia Walsh se disolvió dos años después del descubrimiento de Balbueno.